Tiamina o Vitamina B1: ayuda a las células del organismo a convertir los carbohidratos en energía.
Riboflavina o Vitamina B2: es importante para el crecimiento corporal y la producción de glóbulos rojos. Ayuda a liberar la energía de los carbohidratos.
Niacina o Vitamina B3: interviene en el funcionamiento del aparato digestivo, la piel y los nervios. También es efectiva para convertir los alimentos en energía.
Ácido pantoténico o Vitamina B5: ayuda a descomponer los carbohidratos, las proteínas y las grasas.
Vitamina B6 es utilizada para ayudar a descomponer las proteínas.
Biotina o Vitamina B8: ayuda a descomponer las proteínas y los carbohidratos.
Vitamina B12: es importante para el metabolismo, ayuda en la formación de glóbulos rojos y mejora el funcionamiento del sistema nervioso central.
Ácido fólico o Vitamina B9: ayuda al organismo a crear células nuevas.
Ácido L-ascórbico o Vitamina C: tiene un potente efecto antioxidante y ayuda a mantener sano el sistema inmunológico.
Dl-alfa tocoferol acetato o Vitamina E: tiene un potente efecto antioxidante que protege las membranas celulares de la oxidación.