¿Cómo controlar la ansiedad?
Ansiedad después de las fiestas, seguro que muchos de vosotros habéis empezado a recortar calorías.
Muchas personas a primeros de año se plantean perder peso, cambiar de hábitos, llevar una vida sana, o simplemente “eliminar” esos excesos de las Navidades; y entonces, cuando van pasando los días, aparece la tan temida ansiedad, y de repente nos apetece todo lo que se supone es “prohibido”, y entonces, qué hacer?.
Pues aquí os dejo unos pequeños “truquitos” para sobrellevarlo mejor.
1.- lo primero de todo, aprende a diferenciar lo que es “hambre” de lo que es “apetito”, mal llamado “ansiedad”.
El hambre es una necesidad fisiológica, el organismo mediante el hambre nos hace saber que necesita nutrientes para poder sobrevivir.
El apetito, en cambio, es cuando el organismo nos “pide” algo por aburrimiento, malos hábitos, descontroles hormonales… y normalmente suele pedir carbohidratos refinados, alimentos procesados, con mucho azúcar… por ello es bueno que aprendas a diferenciar el hambre del apetito para poder actuar en consecuencia.
2.- controla la cantidad de carbohidratos refinados y procesados que consumes, ya que normalmente contienen muchos azúcares y su digestión es tan rápida que generan un elevado pico de insulina, seguido de una bajada brusca de azúcar en la sangre lo que conlleva que el organismo vuelva a pedir más y más.
3.- en vez de estos alimentos procesados, consume alimentos naturales, ricos en proteínas y fibra, así la digestión será más larga y te sentirás saciado durante más tiempo, evitando el picoteo entre horas.
Como mas a menudo
4.- procura comer cada 3 o 4 horas como máximo, así mantendrás estables tus niveles de glucosa en sangre y no sentirás esa necesidad de comer; además, cuando pasan más de tres horas desde que comiste, la hormona que controla el apetito comienza a bajar y por el contrario la que lo estimula comienza a subir.
5.- NUNCA elimines lo carbohidratos de tu dieta, pues son los que mantienen la Leptina estable (la hormona que controla el apetito). Además, son necesarios para muchas funciones vitales y son los que nos dan energía, la “gasolina” de nuestro cuerpo. Mantenlos a raya, pero nunca los elimines.
6.- consume proteína en casi todas las comidas, o en todas. La proteína tarda en digerirse y el organismo gasta mucha energía en ello; además tiene un “efecto térmico”, controla los niveles de glucosa en sangre y ayuda a disminuir el apetito.
7.- Consume grasas saludables, que son las que provienen del pescado azul (omega3), aguacates, frutos secos… etc., pues mejoran la sensibilidad a la insulina, lo que como ya sabemos deriva en una mejora de la composición corporal y ayuda a controlar el apetito. En pequeñas porciones, pero indispensables en nuestra dieta.
8.- haz ejercicio!! Las hormonas segregadas cuando nos ejercitamos hacen que controlemos mejor las ganas de comer y seamos más conscientes de lo que comemos, de lo que es bueno para nuestro cuerpo, y lo que no. Si has hecho un buen entreno en el gimnasio, o has montado en bicicleta, o has ido a correr… a que no te apetece tanto comer comida no saludable?
Busca el equilibrio
9.- y el último consejo, y el más importante, BUSCA EL EQUILIBRIO.
Ni todo lo bueno es tan bueno ni todo lo malo es tan malo, no sirve de nada que te alimentes de forma saludable si hacerlo “a rajatabla” es un suplicio para ti.
Aliméntate para nutrirte, para estar sano y para verte bien y sentirte a gusto contigo mismo, pero si un día te apetece darte un capricho, dátelo.
Lo importante es que siempre disfrutes de lo que hagas, una “mala” comida no va a sabotear un día a día de buenos hábitos.
Así que NO TE AMARGUES!! Nadie en este mundo es perfecto, todos somos humanos y todos tenemos momentos de debilidad, lo importante como siempre digo es ser feliz con lo que se hace; pues manteniendo una mente sana, nuestro cuerpo se mantendrá siempre sano.
Espero que os haya gustado el post!!!
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Laura Rivas
Entrenamiento, Dietética y Nutrición